jueves, mayo 22, 2025
--YAYO POWER--
--YA ESTOY EN ESA PANTALLA--
En los años 60, para que os hagáis una idea de lo que hemos sufrido algunos, en casa teníamos una nevera de un metro de alta, que refrigeraba metiéndole dentro una gran barra de hielo que se le compraba a un repartidor que iba por las calles con un motocarro. O sea que éramos de una humildad lindante con la pobreza. Así pues, yo al ser el menor de los hermanos, heredaba la ropa del mayor, pero resulta que el mayor era tirando a gordo y retaco y yo más bien alto y escuchimizado, con lo cual hice la primera comunión -por ahí andan las humillantes fotos-, con un traje de marinero cuyos pantalones no me llegaban ni a un tercio de espinilla. Y todo igual, siempre pasando vergüenza: hasta los trece o catorce no llevé pantalones largos. Pero casi fue peor porque me los hacía mi madre y distaban mucho de los de marca que llevaban mis amigos. Y como detalle último: era tan precaria nuestra situación económica, que a mi abuelo lo enterraron en calzoncillos para que yo pudiera aprovechar el traje.
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No sé qué hacer. ¿Soy el colmo de la desviación, soy un depravado, un degenerado, una tara de la naturaleza...? ¿Debo salir de algún armario, o meterme en él y desaparecer para los restos?
Es que soy un homosexual atrapado en el cuerpo de un hetero, soy un gay al que le gustan las mujeres.
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--ESCENA--
-¿Quién te quiere a ti, mamasita?
-Tú, mamarracho.