Blas Deker.-- Caras B y Rarezas.

A Armandito Lafoyette algunas veces se le abrían carpetas nuevas en la mente, así por sorpresa y sin venir a cuento.

En una de ellas pasó por delante de un trailer cargado hasta arriba de toneles y calculó que allí habría más de trescientos, con lo cual descubrió que una tonelada podía superar perfectamente los mil kilos.

He visto la luz al final del tonel, pensaba sonriendo él.

FIN

# posted by Blas Deker @ 11:57 a. m. 0 comments

 El padre de nuestro protagonista era una persona tan extremadamente negativa, pesimista, derrotista y deprimente, que cuando se murió, Armandito se consolaba pensando en que había muerto haciendo lo que más le gustaba.

FIN

# posted by Blas Deker @ 10:34 a. m. 0 comments

A Armandito Lafoyette los libros de humor o las revistas satíricas no le divertían en absoluto. Y es porque se publican miles de copias de cada ejemplar. Y como es sabido, hasta el chiste más agudo si se repite muchas veces pierde por completo la gracia.

FIN

# posted by Blas Deker @ 11:13 a. m. 0 comments

-¿Hola. ¿Es aquí la consulta del especialista?

-Sí, pase y tome asiento.

-Doctor, he venido porque me molesta la fisonomía.

-¿A menudo, siempre, sólo a veces?

-Siempre.

-Entonces lo más probable es que sea usted feo. Pero para estar más seguro, debería buscar una segunda opinión en otro experto que a poder ser opine lo mismo que yo. Casualmente conozco uno muy bueno. Tenga, aquí tiene su tarjeta.

-Gracias. Voy para allá.

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-Hola, buenas tardes. Vengo de parte del doctor...

-Sí, sí, ya lo sé, me lo acaba de decir por wasap. Verá, usted padece lo que él y yo llamamos Cuadro Sinóptico Estructural de la Anatomía, y se le ha manifestado con especial virulencia en la zona externa facial del rostro, lo cual afecta directamente a quienes conviven con usted porque le ven a diario. Les resulta usted visualmente agresivo.

-Suena grave. O sea que, a ver si le he entendido, ¿se morirá gente a la que aprecio?

-No. El que se morirá es usted.

-Pues eso digo.

-Ah, vale, correcto.

-Y entre que me muero y no me muero, qué me aconseja que haga con mi tiempo.

-Bueno, podría dedicarse a discernir, a reflexionar, a recapacitar, a comprender, etc. 

-Pero si me queda poco, a lo mejor debería centrarme en rezar, ¿no?

-También es una opción y es usted muy dueño de considerarla. Conozco a un sacerdote estupendo que además ha estado de misionero por el tercer mundo, lo cual da un plus de enrolle acojonante. Tenga, le apunto su número de teléfono.

-Muy bien, gracias. Ahora mismo le llamo.

-Vale. Hasta luego.

-Hasta luego.

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-Hola. ¿Es aquí donde el cura? Soy el que ha llamado antes.

-Sí, hijo mío, pasa.

-El caso es que ya van dos médicos que me desahucian y empiezo a estar preocupado.

-Lo sé. Me han mandado un mensaje. 

-¿Así que usted entiende de desgracias porque ha estado en sitios conflictivos?

-Pues sí, hijo mío, en los lugares más calamitosos del globo, iberoamérica, África subsahariana, sudeste asiático... Tú crees tener un problema, pero no es nada comparado con lo que llevan padeciendo las pobres gentes de esos lugares: golpes de estado, represión, torturas, guerrillas de tribus y mafias, pistoleros, sicarios, traficantes de drogas, de armas, de personas, atracadores, secuestradores, etc. en una corrupción sistemática que llega a todos los niveles, gente sin hogar, trabajos sin cobertura social, prácticamente en semiesclavitud, bajo condiciones absolutamente insalubres, con explotación infantil y salarios miserables... en fin, un escenario dantesco. Pero es que no se acaba ahí, encima hemos de añadirle los castigos de la naturaleza, sequías, tifones, huracanes, terremotos, sunamis, erupciones volcánicas, corrimientos de tierra, epidemias, animales peligrosos...

-Es terrible.

-Pues lo que iba a decirte después de todo eso, hijo mío, es que precisamente en esas tierras de dolor y sufrimiento, de pesadumbre y angustia, es donde más presente tienen las gentes a Dios Nuestro Señor, donde con mayor fe y fervor se entregan a la oración, donde más culto le rinden y donde más agradecidas le están por haberles concedido el milagro de la vida. En esos ambientes se da el mayor índice de devoción del mundo. ¿No te parece que esas humildes personas nos están dando una hermosísima lección?

- Ya lo creo: que del Correcaminos y el Coyote, el creyente sería el Coyote.

- Vale, oye, mejor que te vea un buen siquiatra. Conozco uno. Te paso su dirección.

# posted by Blas Deker @ 9:27 a. m. 0 comments