miércoles, noviembre 24, 2010

 

--CONCRETAMENTE NADA--

¿Entonces -a ver si me aclaro- cuando usted dice que no entiende nada, se refiere a todo? (le dijo el hombre de bata larga y gris pero de colores diversos, con un termómetro asomando del bolsillo pectoral, que se comía una magdalena por la parte del papel y que había quedado a cenar con unos señores que solían llegar tarde a las citas por falta de educación y respeto a los demás)
-Eso mismo. (contestó el intercontertulio arrellanándose en el diván mientras de su oreja sacaba un lápiz rojo ovalado -ni rojo cereza, ni rojo carmín, ni rojo carruaje, sino ovalado- y del bolsillo del peto una cinta métrica con nivel de burbuja y libretilla para apuntar medidas que le habían regalado en el estanco al comprar dos cartones de Winston y tres paquetes sueltos de John Player blanco, que por lo visto es más suave que el negro)
-Pero bueno, por la santa madre ermita, yo mismo no lo entiendo todo -nadie lo entiende todo-, pero eso no significa que no entienda nada. (argumentó el señor de la bata, que sólo un momento antes estaba ornamentando un árbol navideño sintético verde olivo imitación de abeto con estetoscopios y fonendoscopios y telescopios de cartón recortado en ciertas partes por medio de tijeras y en otras valiéndose de un cúter al que quedaban únicamente un par de líneas de partición en la cuchilla)
-Pues yo digo que si uno no entiende nada, eso equivale a todo, a no ser que lo tenga mal entendido, pero vamos, que en este caso concreto el concepto nada abarca todo. (respondió enfurruñado el contertuliano que tenía el coche aparcado demasiado cerca de una esquina y temía por la grúa, no fuera a ser que mientras perdía el tiempo con el tipo de la bata en discusiones sin rumbo, los gendarmes de la autoridad urbana se le estuviesen llevando el Fiat Skoda 1.400 Serie E monoplaza para familias autoparentales que tanto le costó comprar de segunda mano a un viejo farmacéutico que vivía en un garaje haciendo las veces de anacoreta contemporáneo)
-Usted delira. (cortó seco el individuo de la bata no sin antes ojear la prensa que anunciaba en la página de decesos la muerte de seis personas y en la del tiempo fuertes lluvias en zonas de la cornisa central, sobre todo en Ávila, la de las murallas y en el sur de Segovia, la parte más distante del norte en esa provincia y en casi todas por regla general, pero sin emplear tampoco un tono grosero o antipático sino con la natural sobriedad que distingue a los nacidos en esas tierras de los de otras con acentos más cantarines o explosivos)
-¿Quién, yo? (preguntó)
-Sí, usted, usted. (respondió)



domingo, noviembre 14, 2010

 

--AUTOAYUDA--

Hágaselo usted mismo. Autoayuda.
Todo nos lo podemos montar nosotros mismos si acudimos a los consejos y enseñanzas de quienes saben.
No es necesario recurrir al pintor, ni al albañil, ni al carpintero, ni al mecánico, ni al electricista, si alguien desinteresadamente orienta con sapiencia nuestras mañas.
¡Que se vayan a tomar por culo los profesionales, caramba!
¡Que se jodan los que pretenden ganarse el sustento cobrándonos por su trabajo, diantres!
¡Que se coman una mierda los autónomos que construyen su propio puesto de trabajo con las subterráneas intenciones de vivir a costa de nosotros, los torpes ciudadanos sin oficio, jolines!
Todos podemos prescindir de esos sanguijuelos sin escrúpulos. Existen en la tele y en internet magníficos programas y abundantes vídeos o textos explicativos que nos guiarán punto por punto en cualquier trabajillo que necesite nuestro mobiliario, nuestro jardín, nuestro tejado o nuestra motocicleta. Seamos listos y no despilfarremos el dinerín en actividades que somos perfectamente capaces de realizar siempre que busquemos la debida información; reservemos lo ahorrado para abogados, sicólogos, gestores, o banqueros; para baños de arcilla, vinoterapia, pilates o cursos de escaparatismo.
No somos tan inútiles como creemos.
¡Qué gran labor social llevan a cabo los programas de bricolage, corcho!

A continuación un breve vídeo concienciativo en HD (halta definición)

viernes, noviembre 05, 2010

 

--DE LA BELLEZA, EL OCULISMO Y OTRAS MANDANGAS--

"Que la belleza son los ojos y no otra cosa, está claro como el madrugar de Junio. Que no se halla en la caverna madre ni en el tótem patriarcaloide ni en la simetría del culo ni en las balconera de las tetas ni en los andares garbados ni en las fauces libidinosas. En eso están las llamaradas nuevas, los rescoldos viejos y las sangres extravenosas. La belleza he dicho que está en los ojos pues, pero mintiendo, dando categoría de fondo a la mera forma. La belleza no se gesta en el ojo sino en la mirada. El ojo es un huevo óptico, el simple soporte técnico de las miradas; es la cámara, no la película. ¿Y cuándo es bella una mirada? ¿Cómo saberlo?
Cuando la nuestra, nuestra mirada, ve que aquélla nos hace bellos. Sólo una mirada que hace bello lo que mira, puede ser belleza. Las facciones, las proporciones, los equilibrios, son cálculos matemáticos. Y la ciencia no es bella sino práctica, útil... La belleza sin embargo carece de aplicación y por ello resulta de una adorable banalidad imprescindible. (Al menos para aquellos que alguna vez hemos sido hermosos, realmente hermosos, hermosos de cojones, gracias a una mirada ajena) "
Así se despachaba Juanjo García Barraquer, el oftalmólogo, cuando un periodista le preguntaba si los ciegos tenían mirada. Y añadía:
"Los ciegos tienen mirada, claro que sí. Lo que pasa es que delante de ella llevan unos ojos que no dejan verla. Los ojos son una mierda, te lo digo yo que entiendo."
Entonces el periodista le preguntó:
"¿Y las miradas se pueden operar?"

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