Blas Deker.-- Caras B y Rarezas.

Cuando vi estas enormes mierdas dominando una peazo pared, los intenstinos por contagio empezaron a empujar mi materia fecal hacia arriba para sumarla a la rabia que se estaba removiendo en mi cerebro. Estupefacción, indignación, odio... En mi cabeza comenzaba  hervir un cóctel peligroso y por alguna válvula tenía que salir. Así que...

Me acerco a un punto de información, y le digo a la señorita:

-Señorita.

-Dígame.

-¡Que venga el encargao!

-¿Y de parte de quién le digo?

-De Don Santiago Guzmán de la Valmaseda y Ortiz de Carabaña -me inventé-, Subdelegado de la Unesco para el Desarrollo Intercultural y Comisario de Exposiciones del Consulado Español en el Vaticano.

-Veré si puede atenderle.

-Hágalo. Le conviene.

-Muy bien, espere un segundo, señor.

(tic tac tic tac tic tac...)

-Pase. Es aquel despacho del fondo.

-Muchas gracias, señorita.

(toc toc toc...)

-¡Adelante!

-Buenos días, ¿el encargao del Guggenheim?

-Yo mismo. Pero no me quedó muy claro quién es usted. Mi secretaria parecía un poco inquieta.

-Soy una persona a la que le gusta el arte desde que tengo memoria. Un apasionado de la arquitectura, la escultura, la literatura y todo eso, pero con especial debilidad por la pintura. 

-¿Y?

-Pues ocurre que acabo de ver aquí en su famosísimo museo, que el 80% de lo que expone es de una mediocridad increíble, unos mierdones que te cagas. Mire, voy a atrancar la puerta con este bastón que traigo del Camino De Santiago, y de aquí no nos vamos a mover hasta que usted me dé una razón satisfactoria de por qué cojones están esas putas mierdas ahí haciendo creer a la gente que eso es arte y merece el pago de una entrada. ¡Joder, que por comparación me ha parecido bueno hasta el Tapies! 

-Le informo de que voy a llamar a seguridad y de que esto está siendo grabado.

-Llame usted a quien le salga de los huevos, pero mientras revientan la puerta o no, usted me va a escuchar y me va decir con la mano en el corazón, si le gusta esa mierda y si la colgaría en su comedor. Míreme a los ojos, vil canalla: ¿Usted colgaría eso en su casa? ¿A usted le mola eso? ¿Le pueden gustar a alguien esos burdos garabatos carentes de emoción? ¿Pueden acaso tales muestras de cinismo estimular a alguien a que se interese por las artes plásticas? 

¡Es es que hay que ser hijodeputa, oiga! La gente se va a ir a su casa después de visitar su infecto vertedero pensando únicamente que pagaron el ticket por ver el edificio, que lo único admirable era el envase, como un estuche de lujo lleno de bisutería yonqui.

-Está usted loco.

-¡La que está loca es su puta madre! Y usted es un insensato, un sinvergüenza, un mafioso cabrón, o todo junto. La gente como usted tenía que estar en la cárcel por degradar el arte y estafar al público. Si vienen unos estudiantes a visitar museos y empiezan entrando en este, es muy probable que se les quiten las ganas de ir mañana al de Bellas Artes, que ese sí es una auténtica maravilla. Los corruptos de mierda como usted asesinan el arte, sabotean el gusto por las emociones. ¿A que cerebro va a estimular la porquería que exponen aquí, si encima son propuestas que están más desfasadas que la puta que las parió? Eso ya era una soberana mierda cuando se hizo en los 50-60 y continúa siéndolo ahora. Que hay abstractos buenos y abstractos malos, y usted ha puesto los peores.  

-A propósito de buenos y malos, ¿se ha fijado?: usted lleva una camiseta básica del Decathlon y yo una americana de 800 euros. Por eso ahora vendrá la poli, yo me iré a mi ático de la Gran Vía y usted acabará en un mugriento calabozo. Ahí todas las paredes son un Tapies.

-Mire, en eso lleva usted razón.

FIN

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MUSEO DE BELLAS ARTES DE BILBAO

ZULOAGA

(Clicar en las imágenes para verlas mejor, que vale la pena)