Blas Deker.-- Caras B y Rarezas.

He tardado unos sesenta años en darme cuenta, pero más vale tarde que nunca. Sobre todo la gente de mi generación, pero otras también, nos hemos tragado la historia del mundo como nos la han querido contar. Y tal vez no sea cierta.

He estado en contacto con expertos zoólogos de todo el mundo, y nadie, NADIE EN ABSOLUTO, conoce ningún caso de una pitón atacando una berenjena, una boa comiendo cacahuetes o una anaconda engullendo sandías.

Y es que de buen inicio, en el mismo origen de la raza humano, nos vendieron a una serpiente con una manzana apresada en sus fauces. ¿Una bicha cazando manzanas? ¿En serio? Menuda mierda. Es que no está ni currado. Por el mismo precio podían haber puesto una iguana, o una tortuga, que sí comen fruta, pero nada, como éramos niños, nos metieron ese bulo.

Toda la base de mi formación intelectual se me está desmoronando a partir de detalles como ese y ahora ya tengo serias dudas sobre la biblia, la forma del planeta, los viajes espaciales y mil cosas más.

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Armandito Lafoyette quería ser emprendedor. El problema es que no tenía ni estudios, ni oficio, ni talento artístico, ni nada. Pero quería montarse algo.

También estaba el inconveniente de que abrir un taller, un comercio, un restaurante, o lo que sea, requiere bastante dinero. 

Y así se pasaba las horas, devanándose los sesos con esa cuestión hasta que se le encendió la bombilla y se le ocurrió una empresa para la que sí estaba capacitado: decidió montar una tienda de ropa. Concretamente una canadiense de seis plazas. 

FIN

# posted by Blas Deker @ 1:01 p. m. 0 comments

"Los neutrones y los neutrinos son dos tipos diferentes de partículas. La diferencia entre ellos es que los neutrones están hechos de quarks, mientras que los neutrinos son un tipo de partículas fundamentales que no están hechas de ninguna otra partícula."

Eso dijo el mismísimo Albert Einstein en una partida de póker cuando estaba súper borracho después de la cena de empresa en una Navidad. Lo que no sospechaba el sabio noruego es que siete décadas después un neutrino pudiera sentirse neutrón, un neutrón neutrino y cualquiera de ellos ambas cosas. O lo que aún complicaría más el enredo: que pudiese darse el caso de que no se sintieran ninguna de las dos y pasaran a ser neutrenes, una nueva categoría susceptible de crear conflicto con las compañías ferroviarias, como aquella vez en que un tren de cercanías se fue lejos y lo tuvieron que ir a buscar. 

Pero por suerte eso estaba pasando en Navidad, como se ha dicho, y en Navidad todo se disculpa porque es tiempo de perdones y moñadas. Pocos sabían que mientras por la megafonía del Carrefour anunciaban que un tren se había extraviado y pedían que por favor alguien pasara a recogerlo delante de la caja número uno, John Cusack y Rory Gallagher iban a coincidir allí por la curiosidad de ver quién acudiría a buscar al tren, si un maquinista, un revisor, o un tipo vestido de bruja con una escobilla en la mano. 

Y como pasaba el tiempo, poco a poco se fue formando una nutrida multitud en torno a la caja. Así pues era lógico que con tanta gente allí, alguien se percatase de que Rory y John tal vez fuesen la misma persona, con la única diferencia de que uno de ellos era un guitarrista de la puta hostia y el otro un actor con menos expresividad facial que los perezosos de sudamérica. Y entonces se vio algo dentro del tren.

En el primer vagón había una joven preciosa que enjugaba sus lágrimas en un pañuelo de seda. Era bella como nadie más podría serlo. No se necesitaba el espejo de Blancanieves para saber que ningún ser hubiere en el mundo más hermoso que ella. Y, bueno, el tema es que por lo visto sus padres querían casarla con Abdul Ador, el fabricante de imanes más importante del norte de Irán y de toda Persia, un magnate del magneto, setenta años mayor que la chiquilla y mucho más feo que ella, que su madre y que todos. 

No se sabe si fue Rory o John, pero el caso es que uno de los dos, gritando ¡Elaine, Elaine, Elaineeee! y golpeando desesperadamente la ventanilla del vagón, se hincó de rodillas y le mostró a la muchacha un estuche con un anillo de compromiso que llevaba siempre consigo por si acaso. Ella bajó inmediatamente al pasillo del supermercado y muy emocionada le dijo que sí, mientras el público cada vez más numeroso aplaudía a rabiar ante tan tierna escena. Elaine lo abrazó confesándole que era su fan desde siempre y que sobre todo su disco Top Priority le parecía buenísimo.

A los pocos minutos, cuando acabaron de besarse y meterse mano, se casaron en primeras nupcias y partieron de viaje de novios a bordo de ese mismo tren que por un guiño del destino se había extraviado en el Carrefour. Y vivieron muy felices durante tres o cuatro días, hasta que ella se dio cuenta de que no era Rory sino John y aprovechando que había feria en la ciudad, tomó un avión en una de las atracciones y se largó dejándolo plantado. 

Era Navidad. Las principales avenidas de Tarragona estaban como cada año cubiertas de nieve, de niños jugando con trineos, de patinadores cogidos de la mano, de santasclauses con sus renos y su estiércol y de ese aire de paz y magia que lo inunda todo en esas fechas. 

# posted by Blas Deker @ 8:45 p. m. 0 comments

Una idea: Pongo la tele y veo: "Especial deportes de invierno". Pues bien, eso de que  todos sean de nieve y hielo, me parece como ponerle puertas al campo. Una vez trabajé con un ruso que me decía que si tienes frío es porque no llevas la ropa adecuada. Y eso me ha hecho pensar que en las olimpiadas de invierno igualmente se podrían practicar los mismos deportes que en las de verano. Basta poner un simple ejemplo: Si en las competiciones de piscina, waterpolo, salto de trampolín, natación, etc. los nadadores en vez de ir medio en pelotas, se pusieran camisetas de lana, gayumbos afelpados, pantalones de pana, guantes, abrigos, gorros y bufandas, ¿dónde estaría el problema? Pues eso.

Otra idea: Ayer viendo de nuevo el canal de deportes, daban un partido de baloncesto en sillas de ruedas. Entonces estuve pensando en por qué esa modalidad no suscita apenas entusiasmo. Y es por falta de lógica, porque no han caído en detalles obvios. Por ejemplo: en el baloncesto estándar, los bases miden entre metro ochenta y metro noventa, los aleros entre metro noventa y dos metros, y los pívots superan los dos metros de sobra. Para hacer más atractivo el baloncesto en silla, ¿por qué no les ponen a dos de los cinco jugadores unas ruedas más altas, como las de las bicis antiguas, para que puedan hacer de pívots y machaquen el aro de vez en cuando metiendo mates? Pues eso.

# posted by Blas Deker @ 8:06 p. m. 2 comments

Allá por el siglo catorce (que en números romanos se escribiría VVIIII) ocurrió que un ser extraordinario, conocido como Bigfoot (que en español sería Piegrande) bajó de las montañas de Valdezcaray a los terrenos más llanos de La Rioja (que en latín sería Riójumum) y debido al enorme tamaño de sus extremidades arrasó un montón de arbustos de la uva (también conocidos por las siglas VID) que consumían habitualmente los lugareños en sus postres y sobre todo en fin de año.

Afortunadamente un campesino se acercó con Canelo -un bonito mastín gris y blanco- para contemplar el desastre y observó que bajo cada viña aplastada había un pequeño charco de fruta machacada que el perro lamía con gran entusiasmo. Esto le hizo pensar en que tal vez el zumo de las uvas bien pudiera aprovecharse como bebedizo. Así que deduciendo que ese jugo era el resultado de que un gigantón las hubiera pisoteado, lo que hizo fue recoger todos los racimos que quedaban esparcidos por el suelo, llevarlos a su casa, meterlos en un barreño y pisarlos. Después el caldo obtenido lo guardó en un barril y poco a poco lo fueron consumiendo él y su familia para acompañar las comidas, percatándose de que con el paso del tiempo se iba poniendo más fuertecillo y causaba mayor alegría.

La noticia corrió por pueblos y aldeas y poco a poco casi todos se hicieron viticultores, hasta llegar a nuestros días en que La Rioja cuenta con infinidad de productores que abastecen de vinos de todas las calidades a medio mundo. Cuando uno visita esas inmensas bodegas con sus barricadas a derecha e izquierda (una barricada es una sucesión de barricas alineadas) las puede encontrar desde viejísimas de roble renegrido para los vinos de gran reserva, como de roble nuevo para vinos de crianza, o de aglomerado de pino para vinos de tetrabric.

Así que la invención del vino, quién lo iba a decir, se la debemos al Bigfoot y su patosa incursión en nuestra tierra. 

Y eso sería todo, pero antes de concluir, como dato meramente informativo, me gustaría añadir que en la actualidad, a falta de Bigfoots, en las zonas vitivinícolas son muy valorados los pívots de baloncesto.

# posted by Blas Deker @ 4:25 p. m. 0 comments