viernes, noviembre 29, 2019

 

--LOS CUENTOS BREVES DE ARMANDITO LAFOYETTE--


Armandito Lafoyette tenía la costumbre de comer pipas mientras miraba la tele y lo hacía de una forma un tanto peculiar: tirando las cáscaras en la propia bolsa de las pipas.
Lógicamente con este sistema a medida que aumenta la cantidad de cáscaras, resulta más difícil encontrar las buenas, hasta llegar a hacerse realmente complicado.
Y esto lo hacía inspirado por la táctica que se emplea en algunos zoológicos que consiste en meter la comida dentro de cosas dificultando su acceso a ella para que no se amuermen los bichos.

FIN



domingo, noviembre 24, 2019

 

---EL CUENTO DEL LECTOR ABSTRUSO--


En la sala de espera del dentista hay dos señores. Uno está leyendo un libro bastante extranjero. Y el otro, picado por la curiosidad, entabla una conversación.

-Oiga, ¿puedo preguntarle qué está leyendo?
- Un libro de Rhijnvis Feith. Es un clásico de la literatura neerlandesa.
- Vaya, qué interesante.
- Sí. Me encantan los libros en lenguas nórdicas, de Islandia, Noruega, Dinamarca, Finlandia o Alemania. Y siempre en versión original, que traducidos pierden toda la gracia. Tengo la obra entera de Gunter Grass y me parece preciosa. Y Nietzsche ya ni le cuento, es la hostia.
- Caramba, es admirable. Con lo difícil que debe ser aprenderse unos idiomas tan complicados.
- No. Si yo no sé ninguno. No entiendo ni una palabra.
- ¿Entonces qué demonios hace? ¿No lo está leyendo?
- No, qué va. Yo miro las páginas, no las leo.
- Disculpe pero no comprendo nada.
- Es que soy un lector abstracto. Me fijo en los párrafos, en cómo están dispuestas las letras, en los espacios, en la composición armónica que forman. Por supuesto hay páginas que me gustan más y páginas que me gustan menos, según estén colocadas las palabras. Estéticamente las que más me gustan son las que tienen un montón de consonantes juntas. Es increíble. Me puedo tirar media hora en la misma página disfrutando de la disposición de cada letra en relación a las otras y su aportación al conjunto.
- Es usted muy raro.
- Tampoco tanto, oiga. Yo lo veo como los cuadros de Jackson Pollock.




domingo, noviembre 10, 2019

 

--LOS CUENTOS BREVES DE ARMANDITO LAFOYETTE--


Armandito Lafoyette durante un tiempo trabajó como encargado en una tienda de una famosa cadena de zapaterías. Cuando sobrevino la crisis y las ventas bajaron, Armandito en un alarde de ingenio ideó una oferta cojonuda: “Si compra dos pares de de zapatos, le regalamos uno”. Eso generó confusión entre la clientela y en el propio director de la cadena. 
Algunos clientes entendían que comprando dos pares, uno de ellos le salía gratis y otros pensaban que si compraban dos pares, les regalaban un tercer par. Pero no era así. La jugada de Armandito era que al cliente que comprase dos pares de zapatos, se le regalaba un zapato extra. Uno sólo. De esa manera lo pillaba “obligándolo” a comprar en lo sucesivo otro par de pares si pretendía conseguir el zapato que le faltaba.
No duró mucho Armandito en la empresa.
_FIN_


domingo, noviembre 03, 2019

 

--POEMA DE AMOR CONTEMPORÁNEO--


__POEMA DE AMOR MODERNO__

Busco cómo definirte
y sólo me sale luz, 
porque en verdad fuiste tú,
mi querido Armando,
la antorcha firme
clara y azul,
cual gas butano,
que alumbró mi vida.
Por eso te quiero tanto,
como jamás pensé
que se podía;
tanto como a Daniel,
por el que siento lo mismo,
repartidor de alegría,
infantil como la risa,
que se hace mágica en él.
Y amo igual, o parecido,
a Santiago, el del gimnasio,
que inaugura en mí caminos
que no había sospechado,
fuerte, audaz y decidido.
Y a Juan Ignacio también,
tan poeta y romántico
que para mi alma errante
es como una cantimplora
en la sed del caminante.
Y quiero a Paco y Luis a la vez,
porque en mi bien colaboran
consiguiéndolo con creces,
compenetrados y compenetrantes
como nadie al ser siameses.
Y a N´golo mil veces lo amo,
marmóreo, colosal y dotado
en las artes del cariño
como un titán del Olimpo.
Y a no sé cuántos más quiero,
con todo mi corazón,
pero sois muchos y me olvido:
Si os evadís de mi mente,
perdonadme por favor,
porque unos os vais y otros vienen,
que la cosa del poliamor,
amormíos, es lo que tiene.



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