viernes, diciembre 27, 2019

 

-EVOLUCIÓN PROGRESIVA, EVOLUCIÓN REGRESIVA Y ESTANCAMIENTO--



No todas las especies evolucionan. Y en todo caso evolucionan si sus circunstancias cambian y las obligan a adaptarse. No todo es ir necesariamente a mejor. Si para adaptarse al medio que les ha tocado deben perder facultades, lo hacen. Ahí tenemos a los peces sin ojos, las serpientes sin patas, las aves que no vuelan y cientos de casos más.
Pero de cualquier modo para mí la gran pregunta es: 
¿La evolución es infinita o limitada?
Tal vez la evolución de las especies, de todas o de algunas, tenga tope.
Si no lo tuviese, tendríamos que creer que en años, siglos o cientos de miles de siglos, un ser humano correrá los cien metros en 4 segundos, por ejemplo, igual que hoy Usain Bolt lo hace en 9’58 y en el año 1900 tardaban 11.
Pero esto nos abre otra puerta:
¿Todos los seres humanos corren los cien metros a esa velocidad? No, qué va, ni de coña, prácticamente nadie es capaz de acercarse siquiera a esos registros. Es decir, puede que un número insignificante de seres humanos tengan mucha fuerza, velocidad, puntería, equilibrio o memoria, pero son la excepción, no la norma. Es decir, que el ser humano evoluciona, pero sin flipar. Lo cierto es que la población mundial en su conjunto ha evolucionado muchísimo menos que esa élite de superdotados que a lo sumo no representa un uno por millón de habitantes.
Veamos:
¿Los albatros tienen cada vez más largas las alas?
¿Los canguros saltan cada vez más alto o más lejos?
¿Los conejos van mejorando sus sistemas de autodefensa?
¿Los perezosos ganan en agilidad con el paso de las generaciones?
¿Los berberechos…? (Bueno, no se me ocurre nada sobre una posible evolución de los berberechos, a no ser que cada vez tuviesen menos arena)
Adonde quiero ir a parar es a que no podemos descartar ni mucho menos la posibilidad de que la inteligencia humana haya tocado techo, y, o se estanque como los berberechos, que sería el mal menor, o tenga en marcha ya su propia evolución regresiva.
Porque igual es que no damos para más.





jueves, diciembre 26, 2019

 

--LOS CUENTOS BREVES DE ARMANDITO LAFOYETTE--


A Armandito Lafoyette le gustaba salir por las carreteras a correr un rato o a pasear en bici. Y de vez en cuando le venían ocurrencias al pensamiento y le daba la risa.
Un día se percató de la cara que ponían los ocupantes de los coches al verlo reírse solo. Y a partir de ahí decidió llevar siempre unos auriculares bien visibles simplemente para disimular, no fuese a pensar la gente que estaba mal de la cabeza.
-FIN-



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ATRASOS
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sábado, diciembre 14, 2019

 

--EL SIGLO DE LAS FANTASMADAS--

I
Las cervezas artesanas son el postureo hecho bebida. Y hay trillones. Más que hormigas. Todo cristo hace una y cree que es la rehostia. Yo no las conozco todas, por supuesto, pero lo que puedo asegurar es que si he probado cien, noventa y siete eran prácticamente idénticas.
El primer sorbo tiene algo de gracia, pero no llevas ni medio vaso y ya la tirarías al váter. Porque la cerveza artesana harta, empacha, es pesada, cargante y aburrida.
En las ferias que se montan los ayuntamientos para promocionar las doscientas mil que se hacen en cada comarca, ocurre que vas probando una, otra, y otra, y rápido acabas hasta los cojones de ese empalagoso mejunje de cebada y lúpulos amanzanados, acerezados, aframbuesados, acafetados, achocolatados, arregalizados, etc. que sabe a cualquier cosa menos a cerveza. Estoy seguro de que si colasen en uno de esos festejos la Karlskell sin alcohol del ALDI, nadie la distinguiría.
La cerveza artesana es una de las fantasmadas más grandes de la última década. Todas tienen su puto rollo en el folleto publicitario; que si es suave de entrada con amargor delicado y persistente con notas de ciruela.., que si tiene fuerza, carácter y densidad de espuma de colchoneta..., joder colega, menuda mierda.
II
Me recuerda al rollo de los vinos, que aunque sean del súper y valgan dos euros y medio, en la etiqueta aseguran que proceden de unas uvas selectísimas de las mejores viñas, que han estado quince días en barrica de aluminio francés, que tienen el punto de acidez equilibradamente afrutado, con color teja rubí cristalino, con retrogusto de trufas, y que van perfectos para caza, chimpancé frito y queso manchego.., y luego resulta que es un abrasivo caldo avinagrado que te arruina la digestión.
III

Y ese pegoterismo snob de las cervezas artesanas también se puede aplicar a la propia gente en general. Es muy habitual que cuando conoces a personas nuevas y quedas para tomar algo o cenar, en las primeras citas todo sea un alucine de sintonías: si tú dices que te suele gustar el cine con contenido, los museos o la literatura, ellos inmediatamente afirman que les encanta el cine que hace pensar, que se leen unos libracos de 900 páginas y que como viajan mucho, han estado en todos los museos famosos del mundo.
Y al pasar del tiempo y las quedadas, vas comprobando que no conocen ni una puta peli de las que se supone que les encantan porque lo último que han ido a ver al cine es mamma mía, el rey león y dos de marvel, que no han leído una mierda nunca ni piensan leer nada de lo que les recomendaste, y que finalmente van a los museos como van a la playa o al Port Aventura. Y eso sin entrar ya en el tema ideologías, que al principio todo es comprensión, raciocinio y bonhomía, pero poco a poco con la confi, se les van deslizando opiniones que delatan su auténtico pensamiento.

Y bueno, en resumen la cosa es que a mí me gusta beber cerveza, no gel de baño, me gusta el vino, no el aguarrás, y me gusta que la gente no sea como la gente.






sábado, diciembre 07, 2019

 

--LOS CUENTOS BREVES DE ARMANDITO LAFOYETTE--

Cuando tenía dieciocho o diecinueve años, Armandito, tras ver unos campeonatos paralímpicos en la tele, se animó y se fue a hablar con las autoridades deportivas.

-Buenos días, señor, me llamo Armandito Lafoyette y vengo a federarme como atleta paralímpico.
-¿En qué disciplina?
-En la que sea.
-Muy bien. ¿Y cuál es tu discapacidad?
-Bueno, tengo bastantes. Verá: corriendo soy lento de cojones, en altura no salto un carajo, sólo sé nadar estilo perro, no levanto una mierda de peso, si doy vueltas me mareo, apenas sé ir en bici... En fin, ayer mismo estuve ensayando el triple salto de longitud y me caí al suelo en los dos primeros.
-Ya, te entiendo, pero no se yo si lo tuyo es federable.
-¡Cómo que no! Objetivamente soy mucho peor que los demás, así que tengo de sobra el nivel de limitación y torpeza necesario para entrar en el equipo.
-Tendré que consultarlo.
-Vale.
FIN



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