Blas Deker.-- Caras B y Rarezas.

Cuando uno se plantea tener o no tener hijos, suele ser joven y por tanto inexperto. Lo más habitual es que si hay dudas se acabe por tener aunque sea uno sólo, para saber qué se siente, por curiosidad, o por ceder a la inercia social consuetudinaria.

Pues bien, yo que ya soy mayor y he tenido descendencia, creo que puedo prestar ayuda a aquellos que se encuentren es esa disyuntiva.

Verán, lo que he hecho ha sido valorar uno por uno a todos los hijos que han tenido mis amigos, conocidos y parientes. Y he llegado a la verdad absoluta e irrefutable, concluyendo que ninguno de ellos ha traído al mundo nada nuevo. Ninguno de los hijos analizados es algo que no hubiera ya en el mercado y en abundancia, ninguno sobresale especialmente en nada, ninguno es diferente a nada y ninguno de ellos supone innovación alguna para el género humano. Es como si en un escaparate colocásemos artículos que ya teníamos de sobras. Más de lo mismo. Y ya hay, de eso ya hay, no hace falta traer más. 

Y si usted alberga la esperanza de que el suyo, su lindo vástago, sea una pieza original o extraordinaria en ese escaparate, remítase a las estadísticas y dese un baño de realidad con ellas: existen posibilidades, por supuesto, pero las mismas o menos, de que le toque la lotería. 

# posted by Blas Deker @ 10:39 a. m.