lunes, noviembre 09, 2020
--THE YAYER REFLECTIONS--
Creo que ya soy viejo.
Normalmente mi adaptación a las movidas que han ido apareciendo en la sociedad a lo largo de los años ha sido siempre bastante aceptable, pero ahora sí que he echado el ancla:
Me declaro oficial y definitivamente viejo. Ya no me interesan un puto carajo las nuevas mierdas que surgen en el mundo.
Eso sí, llegar a viejo parece que te obligue a mirar atrás y hacer balance. En mi caso concreto, si junto los minutos de mi vida en que he sido penosamente ridículo, resulta que debo sumar como unos treinta años. ¡Media existencia ejerciendo de tonto, señores! ¡La hostia!
Pero tiene una parte buena esto de ser viejo:
Los testigos presenciales de mis momentos más vergonzosos ya están muertos.
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