domingo, octubre 05, 2025
--EL YUTUBER BENEFACTOR--
BASADO EN HECHOS REALES
Joey Murdock paseaba por Boston grabándose como siempre para crear contenido, cuando en la acera observó a un sintecho sentado sobre unos cartones, fumando, tosiendo y apurando un bric de leche, con la melena y las barbas tan largas y mugrientas que era imposible adivinar su edad. Se lo pensó unos instantes y decidió dirigirse hacia él:
-Hey, amigo, cómo te va -dijo, tendiéndole la mano.
-Bueno, aquí, no sé, hago lo que puedo con las monedas que me echa la gente.
-¿Y cómo llegaste a esto, hermano?
-Mmmm, digamos que cometí algunos errores, ya sabes.
-¿Y qué te parece si te digo que hoy podría ser tu día de suerte?
-¿De qué me estás hablando?
-Ven conmigo y lo verás. Por cierto, ¿cómo te llamas?
-Robert.
-OK, Bob, necesito que confíes en mí. Vamos allá.
Joey condujo a Robert hasta una peluquería. Estuvieron tres horas con él. Le lavaron la cabeza y la cara. Le cortaron el pelo y se lo dejaron precioso totalmente a la moda. Le afeitaron los pómulos y el cuello y le recortaron la barba dejándosela también súper moderna. Le pasaron la maquinilla por las cejas y le depilaron con cera las fosas nasales y las orejas. Le dieron todo un tratamiento cosmético en la cara, de cremas exfoliantes, hidratantes, lociones, etc. Y ahí empezó a emerger un hombre nuevo, pasando de miserable anciano a treintañero interesante y atractivo. Luego lo llevó a una esteticien donde le hicieron la manicura limpiándole y cortándole las uñas. Y así de limpio, bañado y perfumado, le compró zapatos y ropa nueva, culminando de este modo su buena obra y su vídeo. Robert, tras mirarse a sí mismo absolutamente asombrado, con lágrimas en los ojos, le dio las gracias a su benefactor un millón de veces. El vídeo de Joey se hizo viral obteniendo una barbaridad de visitas. Y a Robert, con su impecable aspecto, como es lógico, ya nadie le dio una puta propina hasta que volvió a estar hecho una mierda.