viernes, mayo 16, 2025
--PUNTUALIZANDO DESDE LA EDUCADA SERENIDAD QUE DAN LOS AÑOS--
Hay una corriente creciente últimamente en internente, que me está tocando ya un poco los cojones de la entrepierna genital. Es la que empieza cada vez con mayor intensidad a culpar a los jubilados de que el sistema del bienestar se vaya a ir a tomar por culo. El mensaje es que hay demasiados yayos y que la pasta se la pulen las pensiones, mientras que los que están en edad laboral se comen los mocos; que así no se puede seguir y que con tanto jubilado se va a arruinar el país.
Los círculos en los que veo surgir esta inquina son de personas jóvenes de entre 25 y 45 años, así a ojo, que no han doblado el lomo en su puta vida y que con sus carreras, licenciaturas y masters se autoperciben como expertos en todología, como seres inteligentes de la hostia. Y sí, son listos, o estudiados, o formados, o cualificados, o lo que sea, pero a medias, porque resulta que tienen un cerebro de puta madre al que sólo le funciona bien la mitad, y su visión de gilipollas parciales no les permite ver la realidad al completo.
No tienen ni puta idea de cómo funciona la gente corriente, la mayoría de la sociedad, el populacho, la plebe, y se creen que su tipo de vida modernoso, anglofílico, informatizado y cosmopolita es el único que hay. Pero, para eso estoy yo, otro puto viejo a punto de jubilación, que les va a explicar un poquito cómo es esa enorme parte del mundo en la que no reparan cuando se ponen a rajar de los imsersonautas.
Mirad, pedazo de tarugos de excelso coeficiente, los abuelos normales del mundo normal -no habéis caído en este pequeño detalle-, se funden la mayor parte de su pasta y la ponen en circulación, no la amasan, la amasan y la amasan, con la cerril intención de ser el cadáver más rico del pueblo.
Pero, bueno, para que lo veáis más claro, os voy a poner unos cuanto ejemplos de en qué gastamos la billetera los putos vejestorios:
En pagar las bodas, bautizos y comuniones, y ayudar a los hijos a dar la entrada del piso y del coche e incluso colaborar en los alquileres cuando van jodidos de cash.
En facilitarles lavadoras, neveras, cocinas, televisores, ordenadores, sofás, calefacciones, aires acondicionados, reformas domésticas o vacaciones y pagarles el neflix, el filmin, o el dazon.
En darles regularmente dinero a los nietos y regalarles todo tipo de cosas, juguetes, bicicletas, patinetes, móviles, videojuegos, ropa, calzado, fiestas de cumpleaños, entradas de conciertos, etc. además de financiar sus clases de teatro, danza, canto, inglés, judo, karate, pádel, tenis, baloncesto, etc. y el yoga y el gimnasio de los papis.
En fin, no acabaríamos nunca, porque normalmente TODOS los viejos que yo conozco están subvencionando con sus pensiones a sus hijos y nietos de por vida, y más desde la crisis del 2008 y la pérdida de poder adquisitivo de los salarios.
Así que, queridos einsteins de medio cerebro, cuando queráis demonizar a los viejos culpándonos de joder la economía, dadle una vueltecita al tema, poned a trabajar a esa otra mitad de cerebro que tenéis atrofiada por falta de uso y entonces tal vez veáis la vida al completo. Joder, porque además estoy seguro de que la hiena que os parió y el mandril que la inseminó, también os han socorrido a vosotros.
Y para finalizar: si hay algo que reprocharnos a los viejos es que seguramente por salvaros el culo tantas veces con nuestro dinero, no os levantáis del sofá para luchar contra la mierda que os comeréis cuando faltemos.
Quejar y culpar, quejar y culpar, quejar y culpar... anda y que os jodan.
(supongo que esto no lo va a leer nadie de esos a los que me refiero y por tanto no servirá para nada, pero tenía ganas de soltarlo)