lunes, enero 06, 2025
--EL ROMANTICISMO--
Roberto amaba a Natalia. Llevaban saliendo tres años y creyó llegado el momento. Se fue a donde trabajaba ella y allí la encontró con varios de sus compañeros. Aprovechó el momento en que estaban más ajetreados para acercarse sigilosamente y plantarse delante de ella. Entonces, para sorpresa de todos, se hincó de rodillas, abrió un estuche con un anillo y le dijo: "Natalia, mi amor, ¿quieres casarte conmigo?" Ella se ruborizó levándose las manos a la cara y entre lágrimas dijo que sí. Todos pronunciaron un tierno ooooooooh y se pusieron a aplaudir. Fue precioso. Jamás se había visto algo así en el rodaje de una peli porno.