miércoles, julio 24, 2024

 

--UNA MÁS SOBRE LA NATURALEZA--

 

Si un mono se come un garbanzo, ese garbanzo se convierte en mono, y si se lo come Severo Ochoa, se convierte en Severo Ochoa. En esa operación el garbanzo sube de nivel. Pasa de ser una primaria forma de vida, una triste legumbre, a ser un primate en el primer supuesto, o a ser Premio Nobel de medicina en el segundo. Y aunque se lo comiera un besugo, igualmente saldría ganando, porque en principio ningún garbanzo sabe nadar.

Y es que entre ser una simple baya de arbusto o ser un majestuoso guacamayo, hay una enorme diferencia. O sea, que la Madre Naturaleza ha dispuesto que siempre que un animal se coma a un vegetal, el vegetal saldrá mejorado con creces, pues pasará de una vida inerte a una animada, de un primitivo circuito de savia a un sistema nervioso complejo y de no tener ningún sentido a tener cinco. Y es por cosas así que decimos aquello de que la naturaleza es sabia.

Pero siguiendo con esta brillantísima reflexión, ¿cómo debemos valorar la jugada cuando un animal se come a otro? Pues depende del caso: Si un lobo se come a un conejo, el conejo debería estar feliz de transformarse en lobo, y si a ese lobo se lo come un tigre, el lobo asimismo habría de considerarse afortunado porque pasar de lobo a tigre es claramente un subidón de nivel. 

Pero, ojo, también se da el caso contrario entre animales. Con frecuencia un león es devorado por hienas, una hiena por perros salvajes, y un perro salvaje por un tejón. En esos casos se baja y sería como cuando en fútbol un equipo pierde la categoría. O sea, cuando un cocodrilo se come a un elefante, el elefante pasa de ser un impresionante animal con una fuerza tremenda, una organización social admirable y una gran inteligencia, a ser un reptil asqueroso de mierda. Y en este punto lo de la sabiduría de la naturaleza ya nos podría generar ciertas dudas.

Pero aun así, lo peor de la sabia naturaleza no es eso. Son los animales que se cargan a otros porque sí. Porque por ejemplo, ¿qué coño gana la mamba negra cuando le mete un mordisco a una gacela o a un leopardo?  ¡Si no se los va a comer! Todos hemos visto imágenes de leones, antílopes o lo que sea, convulsionando con horribles espasmos y sufriendo como cabrones mientras se les paralizan los nervios o se les coagula la sangre. ¿Y eso para qué? ¿En qué piensa la sabia naturaleza cuando contiene seres cuyo único objetivo no es ni subir ni bajar de nivel, sino joder por joder?

La Madre Naturaleza es como todo, una mierda incomprensible.




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