domingo, julio 21, 2024
--CURIOSIDADES DE LAS PARAMEDICINAS Y TODO ESO--
Las personas tenemos dolencias, patologías, malestares y cosas así, y a veces los profesionales de la medicina oficial nos arreglan los estropicios, ya sea con medicación o con intervenciones. Peeeero hay otras veces en que la ciencia oficial no da con la tecla para resolver nuestro problema. A menudo migrañas, dolores persistentes, dificultades respiratorias, o secuelas extrañas de enfermedades tipo covid por ejemplo, acaban yendo a parar a las consultas de paramédicos y terapeutas alternativos como último recurso. Y van bien, en muchas ocasiones van bien, no se sabe cómo, pero le arreglan al paciente esa maldita molestia que le impedía vivir con normalidad.
Yo no soy fan de estos rollos, pero conozco casos de gente que gracias a métodos misteriosos han recuperado su vida.
A veces parece incluso milagroso que una terapia alternativa dé solución en un par de sesiones a años de tratamiento médico sin capacidad de diagnóstico. Le desaparecen a un chaval unos dolores de espalda crónicos, se le va la acidez del estómago como por arte de magia a una señora a la que ya no sabían qué recetar en el ambulatorio, etc. Y todo por la atención de un curandero chamán fisioterapeuta homeopático acupuntor, o lo que sea, que le tocó aquí y allá y le descubrió el origen del mal.
Insisto, todos conocemos algún caso de éstos. Pero hay una piedra con la que topan todas las terapias, absolutamente todas, tanto las alternativas, como las oficiales: nadie ha conseguido jamás arreglarle la cabeza a un gilipollas. la circulación sanguínea, los nervios, los músculos, los huesos, el hígado, los riñones... acaban siendo arreglados por unos u otros, pero desasnar a un cretino, nada, que no hay huevos, oye.