Blas Deker.-- Caras B y Rarezas.

 Hay una pregunta que ha inquietado al ser humano desde que se inventó el pensamiento racional: ¿Podría el propio aire destruir la Tierra?  

El profesor de física aerodinámica Herbert Von Grusshnemberg publicó recientemente una teoría que ha llenado de miedo a la comunidad científica. Porque sí, aunque parezca absurdo, el aire podría matar el planeta. Hrebert Von Grushsemberg ha calculado el colosal volumen de aire comprimido que se almacena en el mundo. Poco a poco el ser humano ha ido llenando neumáticos sin parar, apretando más y más el aire en ellos. Y lo mismo ha ido haciendo con millones de compresores, de bombonas industriales, de buceo, con embarcaciones hinchables, etc. Es algo en lo que nadie había caído.

En un cálculo aproximado, según Herbret Von Grussembherg resulta que en todo el globo terráqueo hay como mínimo unos treinta mil millones de neumáticos, cuatrocientos millones de lanchas neumáticas y alrededor de mil doscientos millones de bombonas de aire comprimido, además de la cantidad de colchones inflables o las escopetas y pistolas de balines que resultan muy difíciles de computar. Y todo ello sumado contiene una cantidad tal de aire a presión que nuestra imaginación es incapaz de concebir.

Pues bien, Herbred Von Grushsembredg afirma de forma tajante que si todo ese inmensísimo volumen de aire que está apretado a tope en ruedas, bombonas y demás artilugios, fuese liberado a la vez, el impacto que supondría para la cáscara atmosférica del planeta, al recuperar todo su tamaño real de golpe, sería el de que rompería y se saldría todo el aire desparramándose por el espacio sideral, dejando al planeta sin oxígeno. 

Tal vez eso nunca ocurra -acaba diciendo en su publicación Hebrefr Von Ghruschemberger-, pero deberíamos estar preparados por si acaso. 

# posted by Blas Deker @ 12:20 p. m.