Blas Deker.-- Caras B y Rarezas.

Hace unos días me he encontrado con algo desgraciadamente bastante habitual: 

Después de cenar fui con mi señora a una de esas terrazas veraniegas rollo pub, así como en plan chill out y eso. Y se estaba de lujo, corría la brisa, delante de un lago precioso.., en fin, una gozada. Y me pedí un ginlemon. Me lo trajeron en copa balón, todo bien, refrescante, agradable, pero -y aquí llega la pega- flojo de cojones, estaba bueno, pero flojo, flojo, flojo. Y como he dicho al principio, lo jodido es que eso pasa muy a menudo.

Así pues, queridos amigos, para cuando os encontréis en esta situación, yo os propongo alguna de las cosas que podríais decirle al tío del bareto, para que al menos os echéis unas risas.

1) Oiga, perdone, ¿sabe usted si este ginlemon está patrocinado por la Liga Antialcohólica?

2) Oiga, perdone, me acabo de divorciar y había venido aquí a emborracharme a base de ginlemons. Sólo llevo encima 900 euros, ¿cree que tendré suficiente?

3) Oiga, perdone, ¿me podría decir cuánto tiempo lleva abierto este bar? ¿Ocho años, dice? Vaya, sólo ocho años. Entonces supongo que aún deben ir por la primera botella de ginebra, ¿no?

4) Oiga, perdone, ¿me podría poner un par de ginlemons de estos para llevar? Es que tengo un niño de siete años y una niña de cuatro y creo que les encantaría.

5) Oiga, perdone, ¿podría decirme qué le ha puesto al ginlemon? ¿Limón, menta y enebro? Estupendo, pero yo creo que quizás para redondearlo le faltaría un sobrecito de colacao y unos cereales.

# posted by Blas Deker @ 12:50 p. m.