miércoles, mayo 10, 2023
--EUTANASIA LIBRE UNIVERSAL--
Ya que con el nacimiento no tenemos posibilidad de elegir, es de pura justicia que al menos en el tema de estirar la pata sí contemos con alguna opción.
Uno tiene que poder morirse cuando le dé la gana. Nadie tiene que meter sus putos hocicos en la voluntad íntima de los demás.
Y habrá quien diga: Pues pégate un balazo, haz balconing, cuélgate de un árbol, tírate a la vía…
Y yo contestaré que esas cosas duelen mucho, además de ser sucias, desagradables y violentas. Y para más inri cabe la posibilidad de que ante la lógica inexperiencia, te salga mal y sólo te quedes tullido, desfigurado, o aún más tonto de lo que eras antes.
Las cosas en una sociedad civilizada han de hacerse conforme al sentido común. La eutanasia que yo defiendo se llevaría a cabo en la Seguridad Social, pidiendo hora, después de haber visitado a un psiquiatra que esté bien de la cabeza y habiendo dejado todo el papeleo resuelto para no añadir al natural pesar de los allegados, el engorro de las gestiones y trámites que se derivan de un fallecimiento.
Y llegados a este punto habrá quien diga: Ya, ya, pero, ¿y si alguien solicita ese servicio sólo porque atraviesa una mala racha? ¡Sería irreversible!
Y yo le contestaré que eso es lo mejor, que tanto si es por una melancolía momentánea o por una decisión hondamente meditada, al ser irreversible, al usuario le van a desaparecer ipso facto todos los problemas, con lo cual le va a dar lo mismo. Ningún eutanasiado tendrá que llevar sobre su conciencia la terrible carga de vergüenzas, arrepentimientos o culpas, pues no habrá manera de conocer si se equivocó o no. La eutanasia libre universal es infalible, cien por cien de éxito.
Lo sé, tampoco faltará quien diga: Bueno, vale, pero si la gente le coge el gustillo, podrían morir un montón de seres humanos, ¿no?
Y yo le contestaré que según mi experiencia, la inmensa mayoría de personas no se quieren morir ni de coña. Aunque estén hechos polvo, se aburran como ostras, les falte un ojo, dos piernas, varios brazos y el médico les haya prohibido beber, fumar, ver la tele y comer marisco, no se animan a morir, conque aún menos si no les pasan cosas de esas. Probablemente se apuntarían a este servicio algunas personas de las que están jodidas, o algunas de las que ya andan en la decrepitud, la soledad o el muermo más extremo. Y de todos modos, estaremos de acuerdo en que al planeta lo que le sobra es gente, así que si se piran los más carcamales y los más estropeados, mejor para la sostenibilidad, la hucha de las pensiones, los presupuestos generales y el cambio climático.
La eutanasia libre universal no tiene pegas, lo mires por donde lo mires.
Eso es todo.
ooooooooooooooooooooooooooooo
UNA FOTILLO PA RELLENAR
