viernes, abril 28, 2023
--CUANDO EL MUNDO Y EL FÚTBOL SON LO MISMO--
En el fútbol aceptamos con naturalidad que se finjan faltas inexistentes, que se exageren las que sí existen, que se simule estar lesionadísimo tras cualquier entrada, o haber recibido codazos, empujones, patadas, y que en definitiva los jugadores intenten engañar al árbitro durante todo el partido.
O sea, asumimos como normal que no haya ni la menor intención de jugar al fútbol con honradez y nobleza, lo que equivale en resumidas cuentas a que estemos legitimando la fullería.
Y eso no va a cambiar nunca porque ¿qué tendría que pasar para que los futbolistas decidieran jugar de forma honesta? Que habría de ser acordarlo por todos los clubs de la liga, porque si lo hiciera sólo un equipo, saldría perdiendo sin la menor duda.
Y por eso en lo que conocemos como "el orden mundial" nunca podrá darse que un sólo país decidiera administrarse de forma honrada, noble y por tanto justa.
Así que, nada, a seguir con las trampas, las triquiñuelas, el mamoneo y la corrupción dentro de un sistema de eterno latrocinio que admitimos como sostenible.
HHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH
Bueno, como lo de antes no no ha sido ni gracioso ni ná, voy a compensar con un par de relatos de humor inteligentísimo:
HISTORIA COMPRIMIDA DE LA TOS Y EL PERRO
Había una vez un perro que tosiiiía y tosiiiía sin parar. ¡Coff, coff, coff, atchús, atchús, atchús!
Y es que estaba resfriado.
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EL ÁRBOL DE LA SALVACIÓN
Un señor que tenía una finca de muchísimas hectáreas, cuando veía acercarse a algún peligroso jabalí, rápido corría a trepar a un árbol que ya plantara su abuelo para eso, para ponerse a salvo de alimañas.
Era el fresno de emergencia.
MMMMMMMMMM
(La verdad es que tampoco esas mierdas han tenido demasiada gracia.
Pero, oigan, que yo no cobro por ésto)
