viernes, noviembre 18, 2022
--ESCRIBIR UN GRAN POEMA--
Una amapola moribunda
tendida entre las zarzas
cazada por la tormenta
hunde en musgo mi garganta
y cubre de tijeras el lienzo ajado
de unos días que claudican
sobre constelaciones,
abismos y arrecifes,
sin piedad que enjugue
el plañir de la inmisericordia
ni la pesadilla de un coral recién nacido.
Quiero pues una sortija de amapola
puesta muerta y desgranada
en los corazones de mis manos y mi pecho,
que se encarne en riachuelo,
que brille como el barniz que cubre
la geografía de las ranas
y que me sitúe dos planetas antes
de la muerte, en un sistema solar
florecido del estiércol
y hecho por fin amapola.
Así podría confesar sin remordimiento
que no tengo ni puta idea
de lo que hasta ahora vengo diciendo.
Pero seamos sinceros
¿a que parece un poema?