jueves, enero 06, 2022

 

--LA PRIMERA CHAPA DEL 22--

 

Me gustan las cajas torácicas. Ahí van los pulmones, que llevan el tema de la respiración. Y según los expertos, respirar es buenísimo si entra en tus planes estar vivo. (Y si no, no. Allá cada cual). También está el corazón. (El corazón es la tripa más poética como si dijéramos). Las cajas torácicas me gustan además porque la Madre Naturaleza en muchas mujeres las ha forrado con una tapicería encantadora. (O a mí me lo parece). Me gustan los abdómenes, aunque estén repletos de intestinos. (Los intestinos son la tripa menos poética del organismo). Se encargan de decidir qué se guarda y qué se tira. (Alguien ha de hacer el trabajo sucio). Me gustan las cabezas, que son como botijos chapados en cuero. Dentro del botijo está el cerebro, un intestino más pequeño que, si funciona, al igual que el otro sirve para separar nutrientes de detritos. El cerebro, cuando está en condiciones y funciona, le dicta a la boca lo que tiene que decir. (Es como el viejo apuntador teatral que socorre a actores olvidadizos). En la parte delantera las cabezas tienen caras. Algunas me gustan mucho. (Tanto o más que las cajas torácicas). Y en las caras hay varias piezas entre las que destacan los ojos. Por enigmáticos. Son una cosa rara. Son las escotillas por las que el mundo se cuela dentro de la gente. (Por las orejas entra la banda sonora). Los pies me gustan porque los encuentro admirables. Son abnegados, sufridos. Puro sacrificio. Te llevan de acá para allá. Transportan tu caja torácica, tu abdomen, tu cabeza, y lo más engorroso de todo, tus pesadísimos pensamientos. Toda la ingratitud de tu cuerpo se deja caer a plomo sobre los pies a cambio de un par de sandalias. (Normal que huelan, duelan y se deformen). Me gustan las columnas vertebrales, con su farsante elasticidad. (Puro postureo). Aparentan ser una serpiente. Te hacen creer que doblan de puta madre, las cabronas, pero se joden con nada. (Hasta me hacen hablar mal). Y es que cuantas más piezas tiene algo, más piezas se pueden estropear. ¿Qué podría averiarse por ejemplo en una nariz? Si la pierdes, apenas pasa nada. Un problema más estético que otra cosa: hay flipaos que se la amputan únicamente para ir de aliens por la vida. Y bien mirado sólo pierden el tejadillo que tienen las fosas nasales para los días de lluvia. (Algo que con una buena visera en la gorra se resuelve). También me gusta… Bueno, voy a ser sincero: No hay nada de lo que he dicho que me guste ni disguste especialmente. En verdad lo que me gusta es el lenguaje. Y es porque muchas veces (como ahora) ni siquiera entiendo lo que digo, lo cual me iguala a los demás. (Que tampoco sé qué hostias dicen, me refiero).






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