sábado, marzo 07, 2020

 

--EL TÍO DEL ASCENSOR--


-Buenos días.
-Buenos días. ¿A qué piso va usted?
-Al 187.
-Yo al 200. Hay que ver lo altos que son los edificios en Dubai.
-Sí.
-Hace una mañana preciosa, ¿no le parece?
-Será bonita o no, al margen de lo que a mí me parezca, porque no depende de mi opinión ni la climatología, ni el criterio que tenga cada cual.
-Es usted un poco arisco, ¿no le parece?
-¿Otra vez insistiendo en lo mismo?
-Perdone. Usted debe de ser Géminis.
-No, pero casi: Soy Hemingway.
-Gran escritor.
-Michael. Michael Hemingway, agente de bolsa.
-Ah, lo siento, me he precipitado. Por un momento pensé que todos los Hemingway eran escritores. Aunque si lo pienso bien, Alejandro Dumas era escritor y no se llamaba Hemingway. Yo me llamo Pascual.
-A veces las apariencias no son lo que parecen.
-¿Sentencia de Confucio, el filósofo?
-De Colombo, el detective.
-¿Se preguntará usted de dónde soy yo, verdad? Lo digo por el marcado contraste de mi atuendo arabesco y mis rasgos occidentales.
-Pues no.
-Es que soy de origen vaticano. Mi madre, católica de Roma, era jefa de cocina en la Santa Sede y mi padre era un emigrante musulmán que trabajaba de repartidor en una empresa de productos de alimentación. Así se conocieron, se amaron y se fueron finalmente a Siria, el país de mi padre, donde nací yo.  ¿Nunca ha oído hablar de mí?
-No.
-Venga, hombre, seguro que sí: Soy el sirio Pascual.
-Joder, ¿toda esa puta brasa para esta mierda de chiste?
-Sí.

00000000000000000000000









Comments: Publicar un comentario



<< Home

This page is powered by Blogger. Isn't yours?