domingo, julio 07, 2019

 

--GRANDES RELATOS —CRETINO DEL TERCER MILENIO--



-El problema es que yo era un palurdo.
-¿Nivel?
-14 sobre 10 en la escala Farenjait
-¡Caramba!
-Fíjese si estaba abajo que no pasé un casting en First Dates.
-¡Hostienputter!
-¿Es usted alemán?
-Sí, un poco.  
-Continúo. Como iba diciendo, la cutrez, la ignorancia severa y las canciones con autotune eran mi debilidad, mi Tendón de Aquiles, como si dijéramos.
-Querrá decir Talón de Ulises.
-Bueno, como se diga. Tenía podrido el cerebro. Era tan imbécil que tuve un pleito con los supermercados Lidl.
-Cuente, cuente.
-En esas cadenas de vez en cuando traen artículos especiales que están muy bien de precio. Y si tienes paciencia y estás al loro de sus folletos, puedes hacer muy buenas compras. Una vez trajeron unos guantes de motero cojonudos y me los pillé. Al cabo de un mes o así, llegaron camisetas térmicas y calzoncillos largos. Estuve atento y también me los compré. A los siguientes meses fueron llegando las botas, las chupas de cuero, las bragas para el cuello, accesorios varios.., y un tiempo después los cascos. En fin, que la cosa es que yo me iba equipando pacientemente pero a partir de ahí pasó un mes, y otro mes, y otro, y otro, y nada, ya no traían nada. Así que cuando me harté de esperar, llamé un día al encargado y le mostré toda mi indignación.
-¿Indignación, de qué? No entiendo.
-Joder, de que yo estaba esperando que llegara de una puta vez la moto. Era lo único que faltaba para completar todo el equipo y no la traían los muy cabrones. Me hacen comprar toda la parafernalia motera y luego no traen lo más importante. Le dije que era un estafador, que hacía lo mismo que aquellos fascículos para coleccionistas que vendían antes sobre el cine de Woody Allen o la historia del ferrocarril, que empezaban vendiéndote las primeras entregas y después te dejaban colgado así por las buenas, sin publicar los últimos números. 
-Pues sí, era usted de una debilidad mental notable.
-Notable alto raspando el sobresaliente.
-Joder, qué tío más tonto. ¿Y se curó?
-Sí. Estuve en terapia.
-Bueno, según mis datos donde estuvo usted fue en la cárcel, tras morderle los huevos al señor del Lidl.
-Un día se lo vi hacer a un bullterrier y me pareció un buen ataque.
-Lo es, lo es.
-La cosa es que afortunadamente después de la terapia he cambiado mucho, como de la tarde al día. Ahora medito las cosas y soy más humano, más empático, más comprensivo y más etcétera.
-Estupendaghen.
-No sólo he dejado de morder huevos y de comprar en grandes cadenas, sino que además soy tan respetuoso con los animales que me he vuelto vegetalero.
-Veganista, querrá decir.
-Como sea. Por ejemplo: a mi me encanta el pollo a lo chilindrón. Son muchos años hinchándome de pollo y cuesta renunciar a esos placeres. Pero como ya me funciona bien la cabeza, lo que hago es buscar soluciones alternativas. Ahora crío pollos en el jardín de casa, libres y felices, y cuando me apetece pollo, cojo uno, lo sedo un poco para que no se estrese, lo pongo en la mesa y lo voy chupando de vez en cuando mientras mojo pan en el tomate y los pimientos. Luego lo devuelvo al jardín y hasta otro día. Sabe a pollo realmente ecológico.
-Ha mejorado mucho, sin duda. 
-¡Y tanto!  ¡Hasta me aceptaron en First Dates, oiga!
-¡Ahivalahosttienger! ¿Y qué tal le fue?
-Estuvo bien. Es una experiencia.
-¿Y se echó novia en la cita o qué?
-No. Ella sí quiso conmigo una segunda cita. Pero yo le dije que no, que yo siempre busco en las mujeres la figura de mi madre, por eso aunque me pareció bastante maja, yo la hubiera preferido un poco más puta.





Comments: Publicar un comentario



<< Home

This page is powered by Blogger. Isn't yours?