sábado, diciembre 15, 2007

 

--OS AMO, OS AMO A TODOS.--

-FECHAS DE PAZ Y HERMANDAD EN NAVIDAD-
En estos días de entrañable convivencia debemos reforzar aquello que nos hace humanos como hermanos. Debemos hacer acto de contrición en nuestros espíritus, meter el alma en la lavadora y centrifugarla para eliminar de ella las impurezas acumuladas en todo un año de impiedad mezquina.
Es tiempo de regalo, de entrega, a domicilio, de dádiva generosa. Qué poco cuesta una sonrisa amable. Qué poco cuesta besar al señor que nos encontramos cada día en el ascensor y al que habitualmente ni concedemos una mirada. Hemos de mirarnos a los ojos en fechas tan señaladas y decir sin pudor, vecino, yo te amo, bésame en la boca, hermano mío. Hemos de besarnos todos, con besos de concilio, de concordia, de serenidad, equilibrio y armonía, con besos sin lengua si es preciso. Que ya estuvimos los últimos 364 días siendo lenguaraces y maleducados.

Acariciemos al ese anónimo conductor de autobús que cada mañana nos transporta y después de darle un beso, digámosle: viva la navidad, viva la paz, vivan los novios y viva la reciprocidad mística que nos torna biunívocos en tanto que deontológicos antropomorfos que somos, capaces de amar, y no como los animales.
No somos animales. Los animales son unívocos y aconfesionales.
-EL CORAZÓN HUMANIZADO-
En la Pascua de Natividad debemos ser desprendidos.
No pasemos por la calle soslayando al pedigüeño, dando la espalda al necesitado.
Demos pan, pues ese pan nos será devuelto con las creces de la divinidad y la satisfacción del deber bien hecho.
No es necesario que también besemos las fauces renegridas del pobre que mendiga, mas dediquémosle un minuto siquiera de nuestro tiempo y una rebanada de nuestro pan sobrante.
Cada cual, en sus posibilidades y con arreglo a su conciencia verá si puede darle acaso un corte de mortadela para meterle dentro.
Vivimos en la opulencia. Compartamos.
Hagamos un hueco en nuestra mesa a quien no tenga familia ni amigos. El bien con bien se paga. Seguro que ayudará a recoger los platos y a fregar la cocina con gratitud y amoniaco.
Demos la espalda a los demonios que de ordinario nos gobiernan y abramos los brazos al altruismo desinteresado.



-EL SANTO CONVITE-
Sé que de poco servirán mis palabras. También al Hijo del Padre se le tomó por loco.
Habrá pues quien no me haga caso y no siga mi consejo.
"Poner un pobre en la mesa" vaya riesgo, diremos.
Recelamos de lo que el pobre pueda hacernos con su navaja. Desconfiamos de la actitud que pueda tener ese mugriento yonqui borracho.
No estamos seguros de que sentándolo a nuestro lado vayamos a salir ilesos. Pensamos que es muy posible que nos pegue un virus ponzoñoso y acabemos tan podridos como él.
Pero, escuchadme bien, si los santos que han habido en el mundo hubieran pensado igual, nada hubiese cambiado nunca.
Si no fuese por hombres y mujeres como Santa Teresa de Calcuta, San Gandhi, San Simón del desierto, San lázaro, San Vicente Ferrer, San Juan de la Cruz, San Carmelo de las Descalzas, etc, y todos aquellos misioneros que siguieron su ejemplo, actualmente el mundo estaría lleno de pobres.
Hazme caso, malhumorado egoísta.
Sienta a un pobre en tu mesa esta nochebuena.
Y si no te fías, márcate al menos una intención, hombre: El día de antes ve al banco, retira todo tu saldo y pásalo a la cartilla de tu hijo, tu cónyuge o alguien de tu entera confianza. Así tú serás el pobre. En cuanto vuelvan a abrir el banco deshaces la operación y listo.
Que las fiestas os colmen, hermanos.
Id en paz.

Comments:
Que dios le mendigue a usted tambien
 
...y con tu espíritu, hermano.
Venga un pascual y emotivo abrazo.
 
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