jueves, febrero 22, 2007

 

--TREPA, PERRO, TREPA.--

Oye, yo quería ser hijo del dueño. Con ese propósito entré hace exactamente un año y pico en la fábrica. En la entrevista me engañaron, naturalmente. Ese es el objetivo de una entrevista laboral, ver de qué nivel es el idiota al que se está mintiendo. El puesto de hijo del dueño no estaba vacante cuando llegué. Por supuesto lo ocupaba el hijo del dueño. Si eso no es enchufe, que venga dios y lo vea. En este mundo hay que trepar. No hay otra. En esta sociedad los trepas lo consiguen todo, y más si son guapos, como yo. - “ ¿A que soy más guapo que los presentadores.? ¿A que soy más guapo que los actores de las pelis.? ¿A que soy más guapo que todos esos que salen por la tele.? ¿A que sí, a que sí, mama.?” “Pos claro tontolaba.”- Mi madre me crió bien criado, pero no era dueña de nada, y mi padre menos, ni era dueño, ni me crió bien, ni creyó jamás que yo fuera guapo. Pura envidia. Los padres son por lo general unos hijos de puta. No quería decir esa palabrota, porque afecta a una madre y me hace incurrir en contradicción manifiesta, pero es sólo una forma de hablar, ya sabes. Las madres son el eje del mundo. Sagradas. Y mi abuela no era pues una puta. Mira, yo tengo algunas cosas sagradas: mi patria, dios, mi equipo de fútbol y mi madre. Y no he dicho mi dios, porque sólo hay uno, quede claro. El que me nombre algo de eso con recochineo, hostia que se lleva. Estoy chapado a la antigua, como mi Corsa. Bueno, mi Corsa también es bastante sagrado, pero no como para pegarme por él. Porque un coche para un hombre de verdad es como el cepillo de dientes o la estilográfica, o la mujer. La mujer de uno es sagrada y no se le presta a nadie. No voy a permitir que ningún hijo de puta me la miente. No tolero que se pierdan las formas. Si se perdiesen las formas pareceríamos unos amorfos de mierda de plastilina, y dios nos hizo de barro, vale, pero nos coció luego para que fuéramos firmes y duros y rígidos, y no blandorros y mantecosos y fofos. El hijo del dueño es bajito, calvo prematuro y de poca ceja. Yo me las he depilado, me he mondado la cabeza y ando encorvado. En unos meses llegaré a sobrino del jefe, ya hablo con su acento, con el del hijo, y en un par de años llego fijo a primo hermano, quién sabe. Estoy seguro de que en cuanto muera ese cabrón, su puesto es mío. Vale que le llevo 25 años, pero puedo esperar. Y si para ello es necesario vivir mucho tiempo y no jubilarme, pues lo hago y en paz. Se sacrifica uno. Punto. No puede estar uno todo el día lamentándose de su condición y dándose pena. Más mal están otros y les han dado el alta.


Comments:
Joder, qué cachondo, viene aquí y propone triunfar.
Este menda se ha equivocado de página.

No lo borraré porque es muy gracioso.
 
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