viernes, octubre 13, 2006

 

--ENCUENTROS CON LA VERDAD--

Si está usted en la oscuridad existencial y ha tenido la feliz idea de acudir a este santo texto, tenga presente que las palabras que aparecen destacadas en negrita son para que le indiquen en qué momento debe ponerse en pie. Cuando aparezcan en cursiva deberá arrodillarse unos segundos. Respete la liturgia o váyase a dar por el culo a otra parte.
De no hacerlo, una maldición le caerá encima con la contundencia de un yunque forrado de ortigas.
---------------------

-LA PALABRA-
Dios, dice la gente, dios.
¿De qué demonios hablan?, o mejor dicho ¿de qué dioses hablan.?
Ziri sí es dios. Bueno, en realidad es un profeta. El Profeta. Cuando aún no había visto la luz de la verdad, era el mofeta, ya que se lo hacía todo encima porque estaba en la tiniebla y el abandono. Pero aquello ya pasó y desde hace cinco o seis años es un pedazo profeta. El profeta creador de dios, es decir, de Ziri-Pandrullo, Ziri para los amigos, porque Ziri es uno y no trino ni cuádruple ni sexagésimo, sino compendio de multitud. Es Padre, Hijo, Tío Segundo, Hermano Adoptivo, Taquillero de Multicine y en cuanto se acabe de poner las tetas, Cuñada. Y Santamente Espirituoso, que no se me pase.



Dice en uno de sus mejores escritos, el versículo doce, título octavo:

“Hombre, pega la oreja: No tientes la mente, pues incapaz serás de dar con la verdad. No te importe saber de dónde vienes ni adónde fueres. Oye la palabra. Tontamente fuiste parido y tonto te tostarán o cubrirán de tierra. Mejor no dar vueltas de peonza, mas si te obcecares en darlas desoyendo mi mandato, dalas de peonza mejor que de yo-yo, que la peonza suelta la cuerda y el yo-yo no. Yo, yo, nada menos que yo, no te he creado para tenerte ahorcado por el eje de tu existir, cogido y lanzado por mi mano a capricho, sino para marearte suelto de mi cordaje y ver cómo se te acaba la rotación y caes bamboleándote como un cómico borracho.
Hay cosas que jamás alcanzará tu pobre entendimiento. No intentes pues escarbar en la materia que te organiza, desconfía de la quintaesencia, que quizás un fraude sea y no pasó de tercera. Hombre, hombre tonto del haba, no dediques tu efímera peripecia a inventar preguntas y haz con tus manos un cuenco donde acomodar los genitales, y si fueras hembra, que se ha dado el caso, inventa alguna acción equivalente, que yo velaré por tus destinos si tengo un rato.”
Ziri es demoledor, Ziri desarma al sabio, lo pone en evidencia y lo transforma en necio. En cambio al tonto ni lo toca, lo deja como está y se ahorra un faenón. Todos somos idiotas a los ojos de Ziri.
Dice en el párrafo sexto, página tres, apuntado en el margen a bolígrafo:
“Es que así es más cachondo.”

Podéis ir en paz.

(En la imagen, el actor Walter Ego caracterizado de Ziri.)


Comments: Publicar un comentario



<< Home

This page is powered by Blogger. Isn't yours?