domingo, febrero 03, 2008

 

--MI MUSICA ERES TU--

Melomanía en re sostenido por varios tipos. La música, dios mío, esa deidad divina. La música ese salvavidas alejamuertes. La musique. The music.
Cuando el mundo se me viene encima y la naturaleza real de las cosas se viceversa sobre mí, (yo debiera estar encima del mundo, que peso menos que él) viene la música en defensa.
La música entra en mis oídos como la tercera parte de un pelo. Y mi oído raído por orfandad de notas, lo agradece como el perrillo al que se le hacen cosquillas en esa parte de la barriga donde van las tetillas que no tiene pelusa y que suele presentar manchitas blancas, canelas y rosadas, y que está tan calentita y suave, madre mía, creo que me estoy enamorando de un caniche.
La música incluso de los tamborileros navidales, con sus mágicos redobles.., y el Goliath de las baterías, poderoso y fiero, redoble de grande que un tambor cualquiera.
Mi corazón ritmea cual percusión milenaria de Burundi; cuál persusión: la de Burundi, joder, la de Burundi. Y siento cómo la solfa circula por mis avenidas, junto al colesterol. Y el uno quiere matarme y la otra darme vida.


Oh, oh, oh, la música. La música suaviza a las fieras. Un tuno de Compostela -por poner un poner- puede defenderse de un perro a bandurriazos, y el can entra en razones.
Música, aliento de los cielos, que eriza los pelos de punta y con ello facilita el afeitado. Si me faltas, no me puedo afeitar, música mía, devengo en vagabundo de espíritu, me vacío de cuerpo y alma y sólo soy una chaqueta que camina como una percha a la que mueve una marioneta que a su vez pende de los hilos de un guiñol que es animado por una sombra chinesca.

Oh, si alguien me privase de la bendición que supone la música macizándome las orejas con yeso de enlucir tabiques, yo no sé qué haría, aparte de ponerle una demanda, naturalmente. Privarme de la música es como quitarme las cejas. Ellas me dan sombra en la solana y abrigo en la invernada. Porque mis cejas son también música. Podría tocar el arpa con esa línea de puercoespín que llevo sobre los ojos. Pelos como púas que tañen la brisa y me abren el agua de las piscinas cuando me tiro de cabeza.
La música de guitarra, de bajo, de sintesáizer, de violín, de gaita (pulmón que aspira música embrionaria y se hace realidad al espirar.)
Y cuando algo se lleva tan adentro, no hace falta ni estudiar solfeo ni pentagramas, ni arpegios, ni acordes, ni bemoles, ni punteos, ni nada.
La música fluye en los espíritus cultos y elegantes.
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Traducción de la letra de la bellísima canción que dejo a continuación. Se titula "Ella lo es todo para mí, mi linda vaquera Daisy Deezzy":

Mi amor es como cuya paloma
Al vuelo, al vuelo, al vuelo...
Eres balada para mí, muñeca,
Algo llama a la puerta de mi corazón
Una sensación doliente dolora
Coro: Baby dont cry, baby dont cry
Abrele la puerta y acerca una silla
Abuelo, abuelo, abuelo...
Se ha dejado usted las pastillas.
Espere que ya se las traigo
Es que ahora me pilla
Que ando muy liado
Hablando con mi amada.
Anda cariño, táñeme un rato
Me muero, me muero, me muero
Que aunque soy muy artesano
Ya estoy un poco hartly
de hacerme el amor a mano.

Coro: Baby dont cry, baby dont cry.

http://es.youtube.com/watch?v=YrnAchl3xWY

Comments:
Lo siento. Estoy muy liado.
 
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