domingo, enero 28, 2007

 

--EL LINGUÓPATA Y OTROS CUENTOS RELACIONALES--

__PRIMER ACTO DE CONTRICIÓN__
Recuerdo una vez en que un tipo que quería venderme un terreno me dijo:
Qué te parece si lo hablamos en ese bar mientras nos tomamos unos cafelitos.
Y yo me sorprendí. ¿Unos “cafelitos”?, ¿cómo que unos “cafelitos”.? ¿A los cafés, le llamas “cafelitos”? ¿Y eso de qué deriva, de “cafeles”.?
Yo qué sé, hombre, hay en sitios que lo dicen así... Me contestó.
Y yo enfurecido por momentos continué: Entonces a los sofás, les diremos “sofales”, y a los pies, “pieles”, ¿no?. Venga, no me jodas.
Entonces él dijo: Coño, pues tendría su sentido, ya que tanto mis sofás como mis pies son precisamente de piel. Mira, no lo había pensado, pero a partir de ahora para mí el plural de pies será “pieles” y se acabó.
Huy, huy, huy, qué mal rollito, pero de qué vas tú, ¿de chuleta? Le dije mosqueado.
Bueno, coño, que habíamos quedado para hablar de lo del terreno, ¿vale?, no nos perdamos en tonterías. Pedimos té y punto. Olvidado el tema café. Intentó pacificar él.
Y yo le dije: Ya, otra vez queriéndome llevar al huerto. Si te parece ahora nos tomamos unos “teles”..., porque supongo que para ti un té se llamará té, pero dos se llamarán “teles”, ¿a que sí.? Esto es inaudito. No me lo puedo creer.
Joder qué perra has cogido, tío. Dijo él.
Mira. Le dije rotundo: Es que si ya no nos entendemos con un puto café, cómo vamos a cerrar un trato sobre una finca. No me fío. Me colarás letra pequeña, seguro. Y antes de eso prefiero que pongamos las cositas en claro, las cartas sobre la mesa y los puntos sobre las íles.


__SEGUNDO BARRUNTO__
Un tío al que llamaremos Andrés Aranda Carballo se entendía carnalmente con la señorita del 6º- 2ª, cuando con quien realmente estaba casado era con la del 4º 1ª, su domicilio.
Este hombre era camarero y aquel día presenció entre dos clientes que entraron juntos a tomarse unos tés, una discusión ligüística que casi les lleva a las manos. De entrada le pareció absurda la pelea, pero luego meditó:
Hostia, el lenguaje es un liante. Yo temo que mi mujer se entere de lo mío con la vecina, pero es por culpa del lenguaje. A ver..., si ella llega a saberlo se sentirá traicionada, ofendida, ultrajada, humillada, etc..., pero eso es o porque el lenguaje no está claro, o porque no lo entendemos correctamente.
O sea, que no pasa nada si tengo cualquier tipo de relación con otras mujeres; si trabajo en la oficina con chicas, mi relación es laboral, y esa no ofende; si compro pescado o pan y para ello mantengo una relación comercial con señoras vendedoras, tampoco es motivo de enojo; si me pongo enfermo y me curan médicas y enfermeras, no pasa nada...; si me relaciono con decoradoras para arreglar el comedor, no se cabrea conmigo...; incluso si voy a jugar el partido con el equipo y luego la masajista me da un repaso en el gimnasio, no objeta en contra.
Es decir que la única relación que no se podría soportar es la que implique sexo. Esa sí sería considerada alta traición, esa y ninguna otra. Joder, no tiene la más mínima lógica.
Una relación extramatrimonial es una relación fuera del matrimonio y punto, fuere cual fuere la naturaleza de ésta. ¿Por qué hacer distingos.? ¿Una no traiciona, y otra sí.?
Voy a hablarlo esta noche con ella.

__TERCER DESPROPÓSITO DE ENMIENDA__

El viernes pasado en la fábrica se complicó la faena. Normalmente y aunque esté prohibido fumar, los operarios viciosos cada horita y media más o menos vamos al lavabo a fumarnos un pitillo. Pero la máquina se puso tonta, se atascaba, no funcionaba correctamente y se me fue amontonando la faena. Eso provocó que en toda la mañana no pudiese disponer del tiempo suficiente para ir a echar un mísero cigarro.
Entonces, oh dios, pude darme cuenta de lo malo que era realmente el tabaco: Estuve cinco horas sin poder fumar...., y creí que me moría.

__CONCLUSIÓN__
La cabeza es un misterio, y más si le falta lenguaje o nicotina.

miércoles, enero 24, 2007

 

--JAUME CASAS, Medicina general. Rambla Vella, 32.--

Hay una serie en televisión de éxito multitudinario que se llama Dr. House.
Recientemente he visto dos o tres capítulos.
Un espacio televisivo de esas características no tiene mayor objetivo que el entretenimiento, por supuesto, y no hay pues que pedirle nada más. O.K.

Mientras la veía se me ha ocurrido algo. Vamos a hacer un pelín de parodia:
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¿Qué le pasa a ese tipo.? (Dice House.)
Que tiene hipoglucemia, está bajo de leucocitos y le dan calambres suprarrenales mientras pierde la visión del ojo izquierdo y la sensibilidad en los pies. Además pesa 120 kilos y mide metro sesenta. (Contesta el médico blanquito.)
Venga, quiero ideas. (Dice House.)
Hipertrofia cirrósica quística con alteración linfática inferior. (Dice la médica guapita.)
Glaucoma profundo submetrópico producido por disfunción hepática. (Dice el médico negro afroamericano.)
Tromboflebitis aguda con arritmia post fibrilación coronaria con proceso necrótico subcutáneo. (Dice el blanquito.)
No, (Ataja House.) Es una pericardiotomía vascular profunda con caída de presión sanguínea. Eso se estudiaba en primero, joder. Adminístrenle seiscientos miligramos de heparina y dos frascos de sintrón cada sesenta segundos. No quiero tener que hacerle una pletismografía.
Doctor, constantes vitales al 130, el paciente entra en coma. (Dice el negro.)
Acabo de darle un pinchacito de nada para extraerle sangre y chorrea como un aspersor. (Dice la médica.)
Corten esa hemorragia de inmediato!. Me voy a pensar al lavabo con un yoyo, un cubo rubic, una barbi exploradora y una pelota de béisbol. (Dice House.)
(Al cabo de un rato vuelve y les larga algo así a sus ayudantes.) Tiene el síndrome de Radomguer. Inyéctenle cortisterinoides vía rectal, sodeína, farmacopea genérica y métanlo en vinagre.
Dios mío, ¿cómo lo ha descubierto.?( Dice el blanquito.)
Muy fácil. Todos perseguíamos los síntomas, pero el paciente sufría piorrea quística con ganglios espongiformes. Había ingerido anófeles sin duda. Una dolencia que enmascara las bajadas súbitas de tensión arterial, con lo cual nos equivocábamos de enfemedad.
Hostias, es cierto. ( Dice el negro.)
Un fenómeno, Dr. House. (Dice la chica.)
Buf. (Dice el blanquito.)
(Y se acaba el capítulo.)

Bueno, he escrito esta tontería así, a bote pronto. No he querido currármela mucho para no perder el tiempo en ella, ya que lo que quería en realidad analizar es el tema guionístico de esa serie y de otras por el estilo.
Si insistimos en que su misión es el entretenimiento, no hay nada que objetar. A mí no me aburrió y quizás siga viéndola seguramente. Pero lo cachondo, lo antropológicamente investigable, es cómo puede entretenernos algo que nos resulta completamente absurdo.
Seguramente los guiones de la serie están debidamente asesorados por médicos cualificados y no sueltan una sarta de majaderías como la que yo he puesto hace un momento. Pero lo más cojonudo es que eso no importa en absoluto.
No importa, porque aunque fuesen términos lógicos y patologías reales, tampoco las entenderíamos sin ser galenos.
Resulta que se tiran un capítulo recitando sin parar palabras en jerga médica del más alto nivel, para concluir con un brillantísimo hallazgo por parte de Dr. House, que fuese el que fuese, nosotros tampoco podríamos discutir.
O sea, que la gratuidad de los guiones, y sobre todo su final resolución, son para ponerse a mear y no echar ni gota, ustedes me entienden.
El tema es que si ve la serie un inminente cirujano, seguramente la considerará delirante en su planteamiento fantasioso, pero quizás, y digo quizás, rigurosa en sus terminologías. Y si la vemos nosotros, la gente de otros ramos, pues la consideraremos entretenida pero lógicamente ininteligible.
Entonces:
¿Por qué nos resulta entretenido algo que, digan lo que digan sus personajes, y se resuelva como se resuelva cada trama, no hay posibilidad alguna de criticar ya que no tenemos ni puta idea de lo que hablan.?

No sé si me he explicado con claridade. Pero el asunto, cachondo es un rato, no me negarán.

(Digamos que es como si a mi abuela la lleváramos al fútbol, incapaz como es de distinguir si el Ronaldiño acaba de inventarse una virguería o simplemente se está haciendo la picha un lío con la pelota, y encima le gustase.)
Digno de estudio.

domingo, enero 21, 2007

 

--CIUDADANO CANO--


Quiero hacer de ustedes mis testigos.
Quiero que se cumpla mi voluntad.
Que nadie entre mis herederos pueda decir que no lo dejé bien claro y público.
Como todo el mundo sabe soy un hombre que se forjó a sí mismo, que empezó de la nada y ha llegado a ser una de las mayores fortunas del mundo.
Soy el más grandioso exponente de la constancia, lucha y superación humanas.
Alguien que de chico repartidor de propaganda por los buzones, pasó con el esfuerzo de una vida, a fabricante de empresas dedicadas a la producción de industrias.

Y ahora, ya viejo, antes de ser alcanzado por la decrepitud mental, creo llegada la hora de hacer patentes mis últimas voluntades.

Procedo.
Yo, Don Alfredo José Cano Sender, mayor de edad y en plena posesión de mis facultades síquicas, en el día 24 del mes de Enero del año 2007, decido que:

Cuando muera de insuficiencia renal, cirrosis, parkinson, amigdalitis, necrosis cerebral y cáncer de pulmón, deseo que me incineren y después congelen mis cenizas.
Y así lo ordeno y mando por si en el futuro la ciencia encontrase el modo de curar tales enfermedades, y de remediar asimismo un grado tan extremo de quemaduras.
Dicho queda.
No hay más que hablar.

Fdo. A. J. Cano



domingo, enero 14, 2007

 

--BARRENA--

- Pues a mí me gustaría ser demiurgo, taumaturgo, dramaturgo, o en su defecto burgalés.
- ¿Insinúa que es un defecto ser de Burgos.?
- Tal vez para un napolitano lo sea. sí.
- Napolitano puro.
- No, con tres generaciones bastaría.
- Los que tienen hijos en Burgos son condescendientes. Arriésguese a saberlo.
- Bien, pero tolerar no lo hace a uno mejor profesional o más alto.
- Ni cortarse las piernas, en efecto.
- Todo es matemática. Cuestiones de la supervivencia.
- Supervivencia. Está en uno mismo.
- Y en cualquier diccionario, porque hasta la matemática es léxico puro y robusto.
- No quiero contradecirle.
- Pero lo hará.
- Sí. Estoy de acuerdo.
- ¿De acuerdo en pleno siglo veintiuno.? ¿En el 2007.? Inaudito.
- Óigame bien: Al transcurrir de los años llegará un día en que se pase de seis dígitos y será el caos.
- Se tomarán medidas. Ahí estarán las matemáticas de nuevo para sacar al hombre de atolladero.
- Y el léxico
- Léxico lindo y querido.
- Por supuesto.
- Sí, claro.
- El hombre hará lo que hizo con las matrículas de los coches o los números telefónicos. Añadirá letras y prefijos: Año 778-2358-BGH, del siglo 93-C, por ej.
- Grandeza del ser.
- El ser arrostra su sino. No queda otra.
- Queda la suerte. Deséeme suerte.
- Suerte, caballero.
- ¿Y si a partir de ahora la tengo mala, será culpa suya.?
- Nací inocente y moriré impune, lo siento.
- Puede que sea cenizo, no lo descarte.
- Necesita un cabeza de turco, un hombre de paja, un ídolo de barro, un tópico que lo salve de su mediocre cobardía.
- Yo tengo una gran cobardía, no precipite sus juicios de valor añadido.
- También lo mayúsculo puede ser mediocre dependiendo del tamaño.
- Piense que nada me impide estornudarle en la cara.
- Ya tengo ADN, gracias.
- Permita una expresión de escepticismo. La ciencia se ha equivocado muchas veces. Hasta que no le hagan una entrevista televisada al ADN no podremos decir que en rigor existe.
- Nadie llevará mi ADN a ridiculizarse a un plató, al menos mientras yo viva y los demás no.
- Está usted nublado.
- Nada de eso. Es grotesco crear realidades estéticas paralelas teniendo la auténtica llena de pus.
- No convengo. Difiero. Discrepo. Al contrario, la virtualidad es imprescindible.
- Señor, cómo odio la plástica. Cubre la verdad.
- ¿Y la matemática no.? ¿No es acaso otro toldo de falsedades.?
- ¿Pero no era usted el que defendía hace poco las virtudes de la matemática.?
- No sé. No me haga perder el futuro echando la vista atrás. Vivamos el futuro imperfecto.
- Yo sólo sé ser presente. Y estar ausente.
- Y dar lecciones a quien no se las ha pedido.
- Le estoy siendo de ayuda.
- Paternalista.
- No. Proteccionista, que es más desprendido.
- Clueca que amamanta sus cachorros sentada encima de ellos.
- ¿Ubres ovíparas.? Surrealista realmente.
- Al contrario. Soy cubista, más bien cubista. Adoro Santiago, La Habana...
- A propósito, Lima: Opción A, Perú. Opción B, El Océano Mar Caspio.
- .......A....B....
- Decídase, que no tenemos todo el futuro.
- .......Me pido el cincuenta por ciento.
- Perú.
- Vaya, ahora estoy en un dilema. Yo me decantaba por Mar Caspio.
- Pues venga, espabile.
- No sé. Necesito inspiración.
- Es que ya sabe el dicho: Las musas han de encontrarle a uno trabajando.
- No, si a mí ya me pillan siempre trabajando, pero trabajando en otra cosa.
- Ay, ay, ay, como tantas y tantas personas se ha equivocado usted de errores. En esta vida hay que saber elegir muy bien qué errores conviene cometer.
- Es lo que tiene ser orgánico y padecerlo. Yo daría mi cuerpo por no serlo.
- Inorgánico puro.... Mmmm.... Altas aspiraciones tenemos.
- Bueno, con inorgánico de tercera generación me conformaría.
- Qué nivel de levedad, ¿no.?
- Sí, sí, vaya que sí. Y eso que desde que perdí el estómago en un accidente de coche ya me encuentro un poco más inorgánico y leve, pero, en confianza, hago peor las digestiones.

domingo, enero 07, 2007

 

SINFONÍA NOCTURNA- (de Chopín, Olmito, o Pinillo, no sé pas.)

Es negro. Todo es negro. Sufro. No duermo. No hay paz para mí. El día es un mal sueño y la noche una pesadilla. Maldade. Mundo de perdedores y ganadores. Güiners an lusers. Lusers y sombras. La cama es una cámara de tormentos. La nikon una de fotos. Fotos goyescas de época negra. El dolor y el miedo. Un punzamiento recorre los intestinos de mi cuerpo yacente como multitud de peritonitis. Tres infecciones por centímetro cuadrado. La peste, la nausea, el tufo, la buba, la llaga, la angustia, el tractor: táchese con una cruz el término que no proceda. Una cruz de olivo en la punta de la nariz haciendo equilibrio. Número de circo funesto. Pesa como el demonio. La nariz se parte. Una caudalosa corbata de sangre se precipita por el mentón, por el cuello, por el pecho, por el abdomen, por mitad de las piernas... Una mancha de sangre encharcada brilla en el suelo. Las ratas pequeñas se bañan en ella y chapotean reclamando la atención de sus papis. Mira, sé hacer la bomba.! El aire ya no quiere entrar por la nariz y la boca se abre desesperada buscándolo. Cabría una pelota de tenis. Todas las enfermedades se dan cita. Y eso que me conformo con poca salud, sólo la que me permita seguir fumando. Me duele horrores el sexo y no tengo a mano ningún centro de alojamiento. Bueno, a mano sí, pero es frustrante. Quiero morir, y para eso debería dormir aunque fuera un par de horas. Las cosas se preparan mejor despierto. Que lo peor de suicidarse es hacer el ridículo. Cuántas veces lo habré dicho. Vueltas en las sábanas. Siento que se clavan en mi mísero organismo docenas de pequeñas cosas. Y es que si el colchón tiene más de diez años, no tiene usted colchón. Me ha sentado mal la cena y padezco fiebre del saturdei nai. Los ojos se jinchan como faros de batracio, las nubes se levantan, y en mi patio llueve como en los demás. Pero más negro. Lluvia ácida capaz de joder un cactus. Tengo un cactus plantado en el espíritu, oye mi negra. Y un erizo acojonado en las tripas. Y lombrices. Lombrices en la negritude.

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